Cuatro años. Si rebobinamos al 29 de noviembre de 2013, la noticia con la que desayunábamos era el intento de cerrar sin mucho ruido Canal Nou. Se quedaron en el intento. Sus trabajadores, aquellos que sufrieron la manipulación, contribuyeron a intentar salvarla. Nunca se habían sentido tan orgullosos de trabajar en el ente. Lo llevaban demostrando desde años atrás, ellos no matarían esa empresa. Intentaron que nadie se diera cuenta, pero se enteró todo el mundo, literalmente.
Gracias a que Frederic Ferri y el resto del equipo de madrugada, no cesaron en su labor, a la que luego se sumaron mas caras importantes de los informativos. Esos que tantas veces fueron repudiados por la manipulación, que se avergonzaban de decir que trabajaban en Canal Nou.
A la Comunitat le volvió a gustar su tele publica, ahora cumplían su verdadera función lejos de gente como Lluis Motes, exdirector de los informativos.
Nacerá en poco tiempo su sucesora, gracias a que el PP se marchó del Govern, dirigida por Empar Marco. El reto es el de informar, formar y entretener, sin partidismos y dando cabida a todas las voces. Ese día soñaran con ver la BBC y no las sombras del pasado. Reto importante.
Xelo Miralles, primera cara de Nou, vera como la labor de los que fundaron en 1989 ese gran proyecto se ve homenajeada en un nuevo medio.
A las 12:19 de aquel 29 de noviembre de 2013 fuimos la vergüenza del mundo. Sería tan bonito que hubiera arrancado hoy el nuevo canal. Bonito homenaje. Pena que no cayeran en ello.
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