La televisión pública vuelve a destacar en el debate electoral

Señores y señoras, el debate me aburrió. Mucho. Casi me quedo dormido y todo. La verdad es que tres horas de reproches vacíos, con promesas que resultaban ser mentiras o contradicciones, me dejó tan mal sabor de boca que evitaré incidir mucho más en él.

Quiero desde aquí aplaudir a Ana Blanco. No fue una noche fácil para ella, se le notaba. Las caras de aburrimiento que tenía cada vez que era enfocada por la cámara quizás le impidan repetir en el próximo encuentro, pero fue el reflejo de muchos espectadores. 

También aplausos por decir la gran verdad del debate. Al empezar el bloque de igualdad, cuestionó las propuestas que pudieran hacerse desde los mismos partidos que no habían enviado a ninguna mujer como cabeza de lista. Muchas veces desmontar al político no conlleva artículos cargados de mala tinta, solo reflexiones al aíre, con más intención que palabras. 

Su compañero de labores, Vicente Valles, estaba desaparecido. Cierto es que el debate, más encorsetado que la previsión del tiempo, no ayudaba, pero su papel como moderador fue de poco peso, no apareció, ni para agradar ni para molestar. Lastima de un buen moderador, que se vio superado por los acontecimientos.

Y saliendo un poco del debate, yendo al show previo y post, más aplausos, y las manos quedan cortas, para TVE. Un muy buen especial desde las ocho de la tarde, en el que eché en falta más verificación de datos, pero que se lució. Sacó a la calle a sus principales profesionales liderados por Carlos Franganillo y logró una retransmisión con contexto y profundidad.

Mención honrosa para Iñigo Alfonso, que sin ir de estrella, se convirtió en el gran trabajador de la noche. Desde las 20h estuvo moderando la mesa de análisis con Alejandra Herranz, volvió tras el debate y se marchó a su programa matinal de RNE sin dormir. Pasión por el periodismo.

Y cataclismo absoluto en La Sexta. La épica de Ferreras no triunfó en un especial que contaba con entrevista exclusiva a Iñigo Errejón. Durante el debate fue tercera opción, por detrás de La 1 y Antena 3, aunque consigue remontar en el post-debate. 

Antena 3 optó por su parte por una cobertura sosa, con Sandra Golpe y María José Sáez al frente de un especial que no destacó por nada en especial.