En los últimos días, y en los últimos años hemos tenido el privilegio de asistir a algunos de las peores patadas a la ética periodística. Y no vino de la mano de los tan denostados periodistas del corazón, sino de los de sucesos. Con la sangre como único objetivo que les ciega del verdadero objetivo, lo único que consiguen es que apague el televisor harto de revolverme las entrañas con dosis de morbo no aptas para mi sensible estomago, ni corazón.
Pero en esa jungla del ''y tu mas'' hay un pequeño oasis de tranquilidad, en el que la muerte no es audiencia: Expediente Marlasca. El programa y la sección de La Sexta está comandado por uno de los mejores periodistas de sucesos de este país: Manu Marlasca. Uno no podrá estar de acuerdo con la línea editorial de la cadena, pero merece la pena encender el televisor todas las tardes a eso de las 17h45 para que el periodista repase la crónica negra, que no roja, de esta España nuestra. Gran acierto de 'Mas Vale Tarde'. Porque cuando nació el espacio en 2012 Marlasca estaba ahí todo el rato apoyando a Mamen, pero desaprovechado. Ahora en cambio se le nota cómodo, todo lo que se pueda en un programa de este tipo, en sus diez minutillos que están bien aprovechados. Se nota que la vocación le viene de uno de esos grandes periodistas: su padre, también Manuel Marlasca, que brilló en los ochenta y los noventa en ese campo sagrado para los Marlasca. La senda ha seguido en estupendas manos.
Animo a que La Sexta siga utilizando a este magnifico profesional y que algunos de sus compañeros de titulo se miren mas en él, y menos en un león sin escrupulos.
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