Nacido en San Sebastian en 1943, se graduó en periodismo en 1967, aunque ya llevaba en RTVE dos años. Desde 1968 pasó a tener puestos de mayor responsabilidad, aunque su gran proyecto llegó cinco años mas tarde. A encargo del director de informativos puso en marcha Informe Semanal, decano de los programas de reportajes. Allí se juntaron grandes de la talla de Rosa María Mateo, Ramón Colom, Carmen Sarmiento o Antonio Gasset. Hasta 1978 estuvo en el programa, un lustro creando escuela y un par de años presentándola.
En la nueva TVE de cambios post-dictadura se decidió mandar a Erquicia a brillar entre Times Square y Wall Street, reemplazando a otro grande que ya no nos acompaña, Jesús Hermida. Hasta 1984 estuvo por allí, con parón en el 81 cuando actuó de director de informativos, y en pleno 23F le tocó grabar el Mensaje del Rey.
Otros proyectos como Buenos Días o 48 Horas le seguirían en un periodo de seis años que le serviría para coger impulso entre sus dos grandes etapas.
Y la década de los 90 le trajo un regalo, Documentos TV, ahora en La 2, y aunque ya llevaba cuatro años en funcionamiento, fue con el comunicador vasco cuando alcanzó su máximo esplendor. Porque Pedro no presentaba, comunicaba. Y ese estilo tan suyo, le valió la popularidad y también un sin fin de vocaciones que nacieron viéndole a él semana a semana. Eso es ser un maestro.
Hoy Pedro ya no está, y su Informe Semanal está peor que nunca, que mal sabor de boca se debe de haber llevado. Pero Pedro siempre estará, en el maravilloso, a veces, mundo tecnológico seguiremos recordando sus lecciones, mucho mas valiosas que la de algunos profesores. Hoy Erquicia se ha ido, pero su legado continua, y así debe ser, en los cada vez menos que aman el buen periodismo. Su aporte ya esta hecho, ahora toca seguir contribuyendo.
DEP Maestro.
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