El lunes es el día grande para la Cadena SER. El lunes a las seis de la mañana se estrenan las nuevas etapas de 'Hoy por Hoy' y 'Hora 25', con sus nuevas directoras, Pepa Bueno y Angels Barceló.
Barceló llega al gran programa de las mañanas después de 11 años en las noches. 11 años cuyo curriculum se resumirá para muchos en lo último, en lo más inmediato: una seguidilla de bajadas de audiencia, traspasando la barrera psicológica del millón. Estos son para muchos, los más que dudosos méritos que Barceló tiene para llegar al prime-time de la radio, al programa más escuchado de la radio en España.
A Angels Barceló le sucede un problema, que no es tanto suyo, sino de las circunstancias que se ha encontrado en su carrera: a Angels nunca le perdonarán ser la directora de Javier Casal y Pedro Blanco. Es decir, nunca le perdonarán que haya sido ella la encargada de ponerle voz al equipo del informativo nocturno, y no ellos, que son los eternos canteranos.
En el fondo, la locutora catalana ha sido la eterna aspirante al puesto. Casi desde su llegada, a la par que Carles Francino, las quinielas siempre la han situado en el programa que creó Iñaki Gabilondo. Y este desafío, probablemente uno de los más grandes de su carrera, le llega en un momento inesperado para todos. Barceló hace tiempo que dejó de ser la locutora a la que todos querían en el matinal, ahora era Javier del Pino, que está arrasando en el fin de semana.
No discuto del buen hacer de Angels. Para mi lo ha demostrado en esta década, un poquito más, que ha estado acostándose tarde. Pero creo que el magazine que nos va a dar, va a ser no tan trabajado, no tan pensado, que el de Toni Garrido.
Siempre me gustó el 'Hoy por Hoy' de Toni Garrido. Lo consideraba algo diferente a lo que se estaba haciendo en la radio. Digamos que era un programa de autor, más reflexivo, mezclando lo entretenido con lo profundo, y con diversas pinceladas de humor. Siempre creí que su programa era diferente al resto, el programa era que también era diferente al tramo de Pepa Bueno. Dos programas en uno.
Barceló llega con el reto de unificar el programa, y eso lo va a conseguir. Previsiblemente en este programa estará Sara Vitores, que durante este último tiempo ha estado haciendo la ''Cara B'' de las noches, un formato que puede funcionar en el tramo de la mañana menos informativa.
Por las noches va a estar con Pepa Bueno. En un cambio de rutinas, cambio de horarios, de ritmos circadianos incluso, pero no de horarios. La Cadena SER hace bien en apartarla de las mañanas, una franja en la que las criticas se tornaban imposibles, pero hace mal en seguir dándole micrófono. No por nada, pero Pepa no es radio. Y no pasa nada, eso no le quita bagaje a su gran trayectoria profesional. Pero en estos tiempos en los que se ha convertido en requisito imprescindible para obtener el liderazgo de un programa de radio tener primero una experiencia televisiva relevante, Bueno se mueve como pez en el agua. Y lo va a seguir haciendo.
Y la revolución que se esperaba de Daniel Gavela, llegado, otra vez, al despacho de Gran Via 32, se ha convertido en terremoto controlado, en sismo de mediana intensidad. Cambios en la profunda madrugada, donde los cambios se hacían necesarios, y un intercambio de piezas en las plazas mayores. Voces que seguirán sonando en la misma sintonia, en la misma onda, pero en un horario diferente, antagónico. El día y la noche. La confusión mental de algún oyente despistado, que se atreva a tomarse un café con Pepa Bueno en 'Hora 25' o intente introducirse en el sueño más profundo con Angels Barceló en 'Hoy por Hoy'.
Y de estas piezas cae una, quizás la que más recordaba a la radio, a la SER pura. Cae Toni Garrido, que se aleja de Gran Via 32, trasquilado en esta época de cambios, en las que su olvidada experiencia televisiva carecía del mérito para hablar por la radio.
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