En septiembre de 1995 Los 40 Principales estrenaba 'Anda Ya' con Tony Aguilar y Rosa Rosado, para competir en una franja que hasta entonces solo habían colonizado Alfonso Arús y José Antonio Abellán. Explotaba en España el genero del 'morning-show', programa de entretenimiento radiofonico matinal, que combinaba el humor, la música y las noticias, algo que había causado furor en Estados Unidos.
Mientras Iñaki Gabilondo o Luís del Olmo desgranaban las noticias del día, al otro lado del dial personajes como El Pulpo o El Sevilla alegraban la mañana a los escuchantes, en medio del atasco o del desayuno.
Veinte años después el formato del 'morning-Show' es la tónica habitual en las radios musicales, que encuentran en esta franja un caballo de batalla, que deje bien posicionada la programación del resto del día. Programas de este tipo hay de todo tipo, desde rock hasta juveniles, aunque en todos predomina un rasgo distintivo, la falta de ideas.
El aluvión de ofertas ha significado un bajón en la calidad de las mismas, algo de lo que no se libra ni el decano 'Anda Ya'. El recurso facil de la música es sobre-utilizado por los programas matinales, que no arriesgan a la hora de plantear sus contenidos.
La gran tendencia en 2019 es rellenar espacio con lo que ocurre en redes sociales, que adquiere un matiz de sumamente trascendente, durante la duración del programa. No hay ningún morning que destaque más que otro, porque simplemente se limitan a estar. Estan un rato y se van a casa, y así un día tras otro.
El escenario se plantea complicado en una radio musical en retroceso, mientras que los cerebros pensantes de la radio se atrofian, las mañanas seguirán sonando igual, cambiando solo el estilo de música.
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