Lunes. Siete y media de la mañana. Se pegan las legañas, y la pereza se acumula. Solo hay algo que te puede salvar: la radio. Porque la radio es parte de tu vida, y tal vez no te hayas dado ni cuenta.
Porque tus momentos mas importantes han estado relacionados con la radio. Porque conociste a tu artista favorito, escuchándolo por la radio, gracias a que un locutor estaba ahí, para descubrirte la musica que ahora no puedes parar de escuchar. Porque te emocionaste con las victorias de tu equipo, mientras en unos kilómetros a la redonda un narrador te cantaba gol. Porque veías a tu hija u hijo marcar un gol en el campo, mientras por la radio escuchabas a tus ídolos triunfar Porque pasaste noches enteras escuchando las historias de otras personas por la radio. Porque te ibas a pescar los domingos por la mañana, y en la radio ya había alguien haciéndote compañía. Porque estudiabas y estudiabas, y te evadías con las ondas del transistor. Porque te sorprendías escuchando al equipo de informativos contarte que el mundo cambiaba, y te hacías a ello mientras te lo explicaba una voz por el transistor. Porque escuchabas que había un concurso, y llamabas para conseguir las entradas al concierto o la camiseta de tu jugador.
Y es que entre la radio y tú hay un vinculo de unión, como si estuvieras unido a tu madre. Lo hay cuando el narrador y tú os emocionáis con los logros de nuestros deportistas, lo hay cuando te pone la canción que querías escuchar en el momento que querías escucharla, o cuando te hace el chiste que tú estabas pensando, o cuando te dice las cosas como tu crees que son, y te das cuenta de que con la voz que hay al otro lado de la radio tienes más cosas en común de las que crees, y eso que ni os conocéis. Eso solo te lo da la radio.
¡FELIZ DÍA MUNDIAL DE LA RADIO!
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