Venezuela, ese país que presume de calidad democrática, ha detenido en los últimos días a una decena de periodistas. Hipocresías de un país al borde de la quiebra social, con dos bandos que dicen ser los que mandan, y que para demostrarlo, miden su fuerza en represión. Cuanto más territorio controlo más poderoso soy, si más detenciones hago más poderoso soy. En el limbo de Egos y realidades contrapuestas, están los periodistas, que tratan de mantenerse neutrales. La noche del martes 29, un equipo de Televisión Nacional de Chile conformado por Rodrigo Pérez y su camarógrafo Gonzalo Barahona fueron detenidos mientras estaban en la zona cercana al Palacio de Miraflores, donde Nicolás Maduro realizaba un acto. Junto a ellos también fueron detenidos los periodistas venezolanos Maikel Yriarte y Ana Rodríguez. En el caso de los chilenos fueron deportados a su país en la jornada de hoy, mientras que los venezolanos fueron puestos en libertad. 24 horas después de lo ocurrido, fue
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