España ya tiene representante en Eurovisión para Israel. Miki y su tema 'La Venda' fueron elegidos como representantes para el festival de la canción.
La canción es una canción alegre, positiva y pegadiza, que da buen rollo, aunque puede pecar de no tener una letra muy profunda, contrario a lo que pasó el año pasado con Netta, quién mezclaba una canción pegadiza con una letra que hablaba sobre el bullyng.
Parece que este año el público eurofan ha cambiado radicalemente sus gustos, y ha pasado de escoger una canción emotiva, que apelaba a los sentimientos, a una canción festiva, un show musical de tres minutos. Y eso demuestra la esencia del propio festival, que cada año cambia de tendencia, y lo que triunfa un año, puede defraudar al siguiente.
La gala fue corta y rápida. Acabó prontito, pasadas las doce de la noche, producto de la tendencia que tímidamente parece instalarse en la televisión y que lleva a volver a acortar los grandes primes- times, alargados desde hace años hasta el infinito de la madrugada profunda.
¿Conseguirá Miki poner la venda a años de hemorragias eurovisivas para nuestro país? Lo único que parece claro es que ahora deberán trabajar en una gran escenografía para el festival, pero también en un golpe de efecto, algo que quede marcado en las retinas de los telespectadores, y que suponga un gancho a la hora del televoto.
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