Este miércoles ha comenzado con una noticia que nos ha enlutado a todos. Hoy para todos el sentimiento generalizado es el de pesar, pesar por el fallecimiento repentino de Eduard Punset. Se ha dicho que se ha ido de una larga enfermedad, ese eufemismo que esconde otra palabra que nos duele escuchar.
Muchos pensaran que Punset se ha ido ya mayor, que ya ha vivido lo suficiente. Pero esos ignorantes desconocen que las mentes brillantes siempre se van demasiado pronto, y él lo era.
Quizás la mayoría se queden con su imagen y su voz, esos que le valieron numerosas imitaciones, pero Punset era un cerebro en constante disposición a transmitir su saber, que no era precisamente poco. Con su programa 'Redes' consiguió llegar a un público, que le veía aunque no lo reconocieran, y que se quedaban asombrados ante tanto conocimiento, explicado de una manera sencilla, como un profesor que quieres que la materia se quede incrustada en tu cerebro. Fue su labor durante diecisiete años, entre el 96 y el 2013. Siempre en La 2, su refugio ante la incultura de muchas de las ofertas con las que coincidía en horario.
Podríamos decir tantas cosas de Punset, podríamos recordar tanto, pero yo creo que lo mejor es que él mismo sea quién cierre esta entrada en su honor:
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