Martes por la noche. Una nueva entrega de 'Tierra de Nadie', la tercera gala semanal del reality 'Supervivientes'. Es la única que no emite Telecinco, al menos en su totalidad, sino que la emisión es por Cuatro. La presenta desde Madrid Carlos Sobera y desde Honduras Lara Alvarez.
En esta oportunidad se lleva a cabo ''el juego de las tentaciones'', una prueba que permite a los concursantes conseguir importantes premios, en forma de comunicación con las familias, comida o ventajas, a cambio de sufrir a algun castigo. Los concursantes deben decidir si la recompensa les merece la pena o no.
El turno era de Albert. Debía decidir si se rapaba al 5 a cambio de comer un pollo con patatas. Aceptó. Para raparle el pelo estaba Isabel Pantoja, antaño cantante de reconocido éxito y hoy personaje del mundillo del corazón y poco más. La imagen que se disponía al espectador rozaba el surrealismo, y ese era el objetivo. La intención era que te quedaras frente al televisor, que no apagaras ni cambiaras de canal. Si eso estaba ocurriendo, peores cosas podían pasar, y tú no te las podías perder. Objetivo conseguido: estás embobado frente al televisor, y por consiguiente, le estás dando audiencia.
Otro ejemplo. Sábado por la tarde en 'Viva La Vida', el antiguo magazine y ahora resurrección de 'A Tu Lado', encabezado por Emma García. El programa lleva una semana hablando de la boda de Belén Esteban, lo cual ha conseguido una cosa: resucitar un espacio al que ya le iban haciendo hueco en el cementerio, justo al lado de 'G20', el antiguo Access de Risto. Pero oye que el bodorrio les ha hecho subir las audiencias.
Quieras que no, ver a Diego Arrabal revelar fotos en una sala oscura, que probablemente fuera un camerino, es un planazo de fin de semana. Pero al final te quedas. Yo también, más por la ilusión de que fuera el baño y entrara alguien a lavarse las manos. Pero no pasó. Que un bodorrio no te amargue la tarde. Allí te quedaste, pegado al televisor, como Telecinco quería.
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