Lo llaman así. Bien para el marketing, mal para la realidad. Quieren decir que es ''televisión transversal'' pero en realidad es programar con intereses. Programar según la audiencia pueda funcionar o no.
Esta nueva estrategia que revolucionará la televisión mundial arrancó el pasado mes de abril. Se acuerdan del 'Tierra de Nadie', aquella tercera gala de 'Supervivientes' que permitía a Telecinco una variada oferta de contenidos. Pues bien, esta gala ha sufrido modificaciones este año. Normalmente la presentaba Jorge Javier Vázquez y se emitía en Telecinco, pero bien este año, en un giro loco de los acontecimientos, se decidió que Carlos Sobera se presentara como anfitrión de esta nueva gala, que ahora pasaría a emitirse por Cuatro.
Pero antes se emitiría por Telecinco, durante media hora, para cerca de las once de la noche, por arte de magia, aparecer delante del espectador de Cuatro. Alegría para el cuerpo. Y para el ''señor Cuatro'' que veía como por una noche en la vida se acercaba al 20%, con un programa prestado de su cadena madre.
Sin embargo ahora el ''señor Cuatro'' está llorando. Caen lagrimas de decepción de su rostro. Ha sido victima de un robo. Un robo maquiavélico. La madre que le prestó a los 'Supervivientes' para que hiciera audiencia, ahora le quita la cena. Castigado sin cenar con famosos. Desde hoy la ''madre Telecinco'' dará 'Ven a Cenar Conmigo', presencia de Rosa Benito incluida.
Lo llaman televisión transversal. Lo quieren denominar así, pero yo te digo que es una familia desestructurada, en la que la madre trata a la hija según le conviene a la madre. Y esa familia se llama Mediaset. Hogar dulce hogar.
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