Era un día de muchas incertidumbres, de muchas dudas, pero la noche transcurrió por un camino diferente a como se podía prever. Todo nos llevaba a ver que iba a ser la derecha la gran ganadora de la noche, pero el PSOE no ganó, arrasó. Y los medios lo contaron.
Para mi, la mejor opción de la noche fue TVE. El especial presentado por Ana Blanco y Carlos Franganillo apostó por la calidad visual, y lo consiguió. Se le dio al especial esa sensación de espectacularidad, algo que solo sabía hacer La Sexta, y que se consiguió en la cadena pública, que ha hecho una gran campaña electoral, pese a Sánchez.
La figura de los presentadores, Carlos Franganillo y Ana Blanco, dio serenidad y ordenó un especial trepidante. Ellos estaban allí para que la noche no se descontrolase, y consiguieron un debate interesante y sin gritos. En el caso de Blanco demostró las tablas, y Franganillo disimuló muy bien que era su segunda noche electoral.
Kiko Llaneras fue la gran apuesta del canal para el análisis de la politica y no defraudó. Quién me encantó fue Alejandro Requeijo, que demostró dominar al monstruo de la cámara, y no se notó que era un ajeno al mundo de los focos. Si TVE quisiera tendría aquí un presentador de garantías.
También fue un acierto el apostar por las entrevistas a Pablo Pineda y Sergio del Molino, que dieron al especial un contenido exclusivo, y ayudaron a profundizar en los temas que interesan y no se tratan tanto. Los videos de Carlos del Amor paseando y enseñándonos secretos de La Moncloa fueron sencillamente maravillosos.
Enfrente estaba el torbellino Ferreras. Volvió a liarla como solo él sabe, y a dar ese gusanillo que te impide despegarte de la pantalla. Eso si me faltó la mesa giratoria con Ana Pastor al frente, que se conformó con informar desde el PSOE.
Eso sí, la cadena verde supo arropar a este especial de Ferreras. Empezó una cobertura ininterrumpida a las dos de la tarde, que incluyó a 'Liarla Pardo'. Esto dejaba una pantalla más caliente para el gran especial.
Mediaset por su parte se unificó. Esto permitió que viéramos a Piqueras en Cuatro, algo que nunca pensábamos ver. Siempre hay una sorpresa en la cadena de Vasile. Fue un especial correcto, que no destacó, pero que al menos cumplió, y eso en Mediaset no siempre ocurre.
Eso sí, yo hubiera apostado por el equipo de 'Todo es Mentira' en Cuatro y hubiera dejado a Piqueras y Sonsoles Onega en Telecinco. Pero el dinero manda. Al menos resucitaron a Javier Ruíz, aunque solo como analista.
Antena 3 también cubrió las elecciones. Matias Prats, Sandra Golpe y Vicente Valles lideraron la cobertura especial. Se apostó por la realidad aumentada, pero como por eso también había apostado La 1 y La Sexta pues no destacaron. Me faltó ver más a Valles, que a veces parecía que no estaba.
En las autonómicas, vamos con tres. Primero A Punt, que retransmitía por primera vez unas autonómicas, de la que se olvidaron las nacionales. Victoria Maso y Jessica Crespo hicieron suya la noche, y fueron la única opción para enterarse de la victoria de Ximo Puig.
TV3 se volvió a pasar. Montaron un ascensor, virtual pero ascensor. En ese sube y baja contaron lo que estaba ocurriendo, en una Cataluña que se volcó con los comicios. Son ellos los que más se parecen a las grandes cadenas mundiales. Lideraron la cobertura Toni Cruanyes, Lidia Heredia, Carles Prats y Raquel Sans.
Telemadrid volvió en si misma. Un especial que se podría decir que fue moderno, y eso ya es mucho. También fue una gran opción para seguir estos comicios. Al frente estuvieron Javier Gómez y María Rey.
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